Que las tendencias van y vienen es ya bien conocido en el mundo de la moda, la decoración y hasta los gustos. Pero si hay una de ellas que no ha conseguido ser desbancada en ninguna época es la rústica.
Renombrada ahora como Rustic Chic, no deja de ser fiel a ambientes acogedores que siguen rememorando al hogar, incluso a los más urbanitas. Y es que, aunque este estilo se ha considerado durante muchos años exclusivo de las casas de pueblo, está irrumpiendo con fuerza en los hogares de las grandes ciudades. Se busca de esta forma conectar con nuestras raíces y desconectar a la vez del frenético ritmo de la ciudad.
Esta tendencia, directamente inspirada en la naturaleza, se caracteriza por las texturas granuladas y combina elementos naturales con metales. Los productos hechos a mano son su esencia y ofrecen formas simples, superficies irregulares, acabados tallados, martilleados, porosos y agrietados.
Ya no es necesario que toda nuestra casa responda a un estilo concreto y predefinido. Cada vez con más frecuencia, se imponen los espacios combinados. Hogares que readaptan, modifican y aplican estilos procedentes de varias tendencias al gusto de sus moradores. Bien seas de estos últimos, como de los que prefieren ser fieles a un estilo, el Rustic Chic te ofrece infinidad de posibilidades e ideas para que encuentres aquella que más combina contigo y los tuyos.
Esta tendencia es bien conocida por su funcionalidad. Bien sea en la cocina, el baño, en la terraza, balcón o jardín, salones y habitaciones… el carácter rústico encaja en cada una de las estancias y te permite aplicarlo en la medida que prefieras. Desde ambientes absolutamente inmersos en la tendencia, hasta pequeños toques salpicando las estancias y espacios abiertos.
Y, ¿quién dijo que el rústico es solo madera? Encontramos dentro de esta tendencia, la rama denominada Rustic Industrial que incluye detalles de forja y serán tus mejores aliados. Cepillados y desgastados para conseguir un look más industrial, hacen las delicias de aquellos que no pueden renunciar a los metales en su decoración. En forma de maceteros, entrañables jardineras, percheros… Los elementos metálicos se adaptan perfectamente dentro de esta corriente y te ayudarán a completar rincones sin apenas esfuerzo, dando un toque que siempre se ha balanceado entre lo rústico y lo industrial con elegancia.
La paleta de colores que predomina está basada en tonalidades naturales, verde bosque, marrón chocolate y avellana, combinadas con el amarillo azafrán, naranjas y morados oscuros. Así como los tonos piedra, beige y arena, que también podemos encontrar en la naturaleza. Todos ellos, se pueden combinar perfectamente con colores dominantes, como el rojo, si se busca un mayor contraste y un aire más moderno.
Materiales naturales, ecológicos y reciclables, como la enea, podemos encontrarlos en forma de alfombra que, tanto en interior como en exterior, combina funcionalidad con estilo. Sin olvidarnos de los salvamanteles. Una excusa perfecta para incluir un toque rústico en la mesa. Combínalos con otros elementos de la misma línea y el éxito está asegurado.
¿Y qué hay de los pequeños detalles? No nos hemos olvidado de quienes apuestan por los pequeños complementos, ideales y útiles para cualquier tipo de ambiente. Colgadores, cajoneras disponibles en varios tamaños y cajas de madera, que rebosan funcionalidad y estilo.
Las flores, plantas y frutas encajarán en cualquier estancia y además… ¡pueden ser artificiales! Así que no hay excusa para no incluir detalles de color allá donde se prefiera. Esta tendencia, te hará sentir en plena naturaleza, sin salir de nuestra casa. Ideal para la ciudad, donde aportará un extra de confort y bienestar que nos abrazará al volver a casa.
Tenemos una gran variedad de artículos, pensados tanto para los que viven en la ciudad como los que buscan con qué dar un giro a la decoración de su casa en el campo.
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